martes, 13 de julio de 2010

Se registra el primer fallecimiento por picadura de alacrán en la región norte de Jalisco.


Minerva cumplió 2 años el 5 de mayo pasado. Ese día hubo fiesta en su honor, lamentablemente, al día siguiente por la noche le picó un alacrán. A la niña le aplicaron el faboterápico polivalente antialacrán (conocido como suero antialacrán), pero no fue suficiente.

"La auxiliar de salud del Jomate, Mireya Carrillo, era su tía y ella comenta que no pensó ponerle más faboterápico porque creyó que con ese iba a tener. La tuvieron ahí en la casa. Era la una de la mañana cuando la niña comenzó a tener un paro respiratorio y falla cardiovascular; en ese momento decidieron llevarla al centro de salud", comentó, Angélica González López, responsable del Departamento de Vectores y Zoonosis, de la Región Sanitaria Uno.

Sin embargo, de Jomate a Mesa del Tirador, en la zona sur de la sierra wixárica, hay un camino de terracería que se recorre en dos horas, aproximadamente, y además se ponchó una llanta de la camioneta esa madrugada.

La especie de alacrán más venenosa que habita esta región es el Centruroides infamatus infamatus. Un alacrán güero, medio alargado y con el externón triangular.

En el caso de la sierra, donde la comunidad Wixárica vive en lugares alejados, el riesgo aumenta. Pero la doctora González López afirma que hay suficiente suero antialacrán en la región y que para ello se apoyan en los auxiliares y notificantes, que son personas de la misma comunidad "Desde el momento que se les dice, tú vas a ser auxiliar, se le capacita en la intoxicación por veneno de alacrán. Ellos saben que no hay otra cura más que el faboterápico, nada de remedios caseros, y luego llevarlo inmediatamente a la unidad de salud más cercana".

El año pasado, en Jalisco se registraron tres fallecimientos por piquete de Alacrán; uno de ellos en la misma sierra huichola. Las víctimas generalmente son menores de cinco años. La temporada alta de alacranes comienza en junio, alcanza sus índices más altos en julio y agosto, y en septiembre comienza a descender. En la zona norte, en promedio, se registran poco más de 3 mil 500 intoxicaciones anuales, siendo Tuxpan y San Miguel Huastita de los lugares con más incidencia.

Texto: Francisco Vázquez Mendoza.
Fotografía: http://launidadmorelos.blogspot.com/